El sintetizador forma parte de uno de los instrumentos más importantes y comunes en la música actual, sin embargo, su descubrimiento se remonta tiempo atrás y parte de dos principales inventores.
La historia del sintetizador inicia a finales del siglo XIX cuando el inventor estadounidense Thaddeus Cahill creó el Telarmonio, el primer instrumento enteramente electrónico y polifónico, pesaba aproximadamente 200 toneladas y tenía una longitud de 18 metros de largo.
Poco después, en 1920 el inventor ruso León Theremín experimentó con antenas y campos electrostáticos para crear un instrumento que producía un sonido siniestro pero vanguardista, llamado Theremín, se operaba con las manos pasándolas por encima de sus componentes.
Estos dos instrumentos fueron la base sobre la cual posteriormente creadores de todo el mundo empezaron a añadir mejoras a este instrumento, como lo fueron las teclas en 1945, elemento más representativo de este instrumento.
Seguidamente, en la década de los 60, el ingeniero Robert Moog aprovecharía los novedosos avances para poder crear en colaboración con el compositor Herbert Deutsch el sintetizador que mas tarde sería conocido como MOOG.
Más tarde trabajó junto con el compositor Walter Carlos en la grabación de Switched on Bach en 1969, popularizando el sintetizador y a su vez despertando la curiosidad de más músicos hacia el sintetizador.
Así llegaron bandas como Kraftwerk, pioneros de la música electrónica e influencia de bandas y músicos como Depeche Mode, Orchestral Manoeuvres in the Dark y New order, precursores de géneros como el techno, el house, el electro o el Synth-pop.
Debido a la naturaleza electrónica del sintetizador, este ha podido seguir evolucionando con el paso de los años, más aún ha avanzado gracias a la llegada del internet en los años 90, permitiendo que este instrumento pueda estar al alcance de cualquier individuo.